Ayes de amor con lágrimas de ira
lanza mi corazón, cuando contemplo
vuelta en altar vuestra mortuoria pira,
vuestro sepulcro transformado en templo!
¡Cuánta veneración al alma inspira,
manes sagrados, vuestro ilustre ejemplo!
Salve! Tres veces salve a la memoria
de tanta lealtad y tanta gloria!
Víctimas al honor sacrificadas
del acero invasor al cruento filo,
sobre el polvo do fuisteis inmoladas
España os alza pantëon tranquilo.
Sin venganza yacéis, mas no olvidadas:
vuestra memoria, al recibir asilo
en sus pechos, dejó a los Castellanos
ira en el corazón, hierro en las manos.
(Abril 22 de 1849)
JOSÉ ZORRILLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario