Os adjuntamos también el texto de Diana Tejón Pérez. Próximamente pondremos el resto.
«“Triste como el silencio, bello como el suicidio”, brillante cual cáliz [...][»
«“Triste como el silencio, bello como el suicidio”, brillante
cual cáliz, ardía en sus ojos el fuego. Su mirada incandescente atrapaba mi
rostro, se clavaba en mi alma y generaba en mi cuerpo torbellinos de horror,
haciéndome estremecer y sollozar, arañando las paredes entre cruentos gritos.
Un triste suspiro llegó a mis oídos. El suelo parecía crujir
dulce y lastimeramente... El sollozo de una voz fina terminó de despertarme.
Creía sentir el suave pisar de unos pies pálidos y desnudos. Poco a poco, los
sollozos se convirtieron en lamentos. Sentí su hermoso cuerpo palidecer,
embelleciéndose, y su dulce sangre bullir vívida a través de sus venas. Esperó,
deseosa de observar por fin su imagen en la noche. Su último aliento se
estremeció de placer. Ahora, inerte, contenía una hermosura inalcanzable»
Diana Tejón Pérez (30/10/2014)
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