Poema
XXII
«Perfume exótico»
Cuando
entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable
sol.
Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.
Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,
Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero.
¿Que
importa que tu vengas del cielo o del infierno,
¡oh
Belleza! ¡Monstruo enorme, espantoso e ingenuo!
Si
tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta
de
un Infinito amado que nunca he conocido?
De
Satan o de Dios, ¿que importa? Angel o Sirena,
¿que
importa, si tu haces -hada de ojos de terciopelo,
ritmo,
perfume y luz, ¡oh mi unica reina!-
menos
horrible el mundo y mas cortos los instantes?
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